A primera hora de la mañana, vuestro conductor os recogerá en el alojamiento o lugar acordado para dirigirnos hacia las Cascadas de Ouzoud. La distancia hasta las cascadas es de unos 150 kilómetros de precioso recorrido, adentrándonos en el Gran Atlas. A la llegada dejaremos el vehículo, pues tendremos que caminar para acceder hasta donde rompen las cascadas. Es preferible descender por la zona contigua a la cima de las mismas, bordeándola, de esta forma tendréis la oportunidad de volver por la zona escalonada con lo que el recorrido será menos repetitivo.

Es habitual encontrar pequeños monos autóctonos acostumbrados a interactuar con la gente. Los visitantes más intrépidos y acalorados pueden optar por bañarse en el río en época estival. El agua es muy limpia aunque suele estar algo fría. Otra opción es montar en alguna de las balsas existentes que os trasladarán lo más cerca posible de la caída del agua.

El ascenso puede hacerse por una escalera de perfectos peldaños, coronada por una serie de construcciones, principalmente tiendas y restaurantes. Existe un paseo de unas dos horas por los alrededores de las cascadas, durante el que se puede visitar un antiguo molino de trigo y otro de aceitunas.
Para almorzar, lo más aconsejable es disfrutar de un menú típico marroquí en alguno de los numerosos restaurantes y chiringuitos que encontraremos durante la ascensión. Hacia la mitad del recorrido, aproximadamente, es donde se localizan los locales que tienen las mejores vistas panorámicas.

A media tarde pondremos rumbo a Marrakech. Llegada y traslado a vuestro alojamiento o lugar acordado.

Fin de la excursión y de nuestros servicios.