Se trata de una actividad en pleno auge que según la tradición bereber cura enfermedades que afectan a huesos, articulaciones, músculos y tendones de todo el cuerpo.
Esta práctica, de probada eficacia terapéutica, está recomendada por naturópatas para el alivio de diversas afecciones como reumatismo, artritis, lumbago, asma, gota, etc.
Consiste en enterrar el cuerpo en la arena del desierto durante varios minutos, permitiendo que la piel absorba las propiedades minerales que contiene el subsuelo y de paso se reabsorba la humedad del cuerpo.
La preparación del baño de arena consiste hacer una cavidad del tamaño de la persona a tratar y a una profundidad de unos 30 centímetros. Tras una media hora de espera para que la arena absorba el calor de del sol, la persona se introduce en la cavidad y se la entierra con la cabeza al descubierto.
Lo ideal es permanecer no menos de 10 minutos y un máximo de 30. Siempre estaréis acompañados por personal que os asistirá en todo momento y os proporcionara agua para calmar la sed.
Aconsejamos que antes de realizar estos baños lo comentéis con vuestro médico, especialmente a aquellas personas que sufren de hipertensión arterial o enfermedades relacionadas con el corazón.
Esta práctica se hace únicamente durante los meses de julio y agosto.
Si nos visitas en verano, no dudes en probar esta práctica milenaria con enormes beneficios para tu cuerpo.